"Cómo era posible que ya hubiesen pasado dos semanas?" Dos
semanas!" Mi esposa Marcela había tenido que salir fuera de la ciudad por
motivos de viaje durantes tres semanas, y yo con solo dos semanas sin ella, ya
no podía resistir.
Tenia que hacer algo, o encontrar a alguien, para aliviar los
dolores que sentía dentro, y es que no era un simple dolor, la masturbación me
había aliviado los primeros días que había estado sin la compañía de mi mujer,
pero ahora necesitaba urgentemente el contacto humano.
Decidí tomar un par de cervezas mientras consideraba las
opciones sobre lo que tenia que hacer, pero como la mayoría de los hombres, el
resultado fue que gastara demasiado dinero en las cervezas, no teniendo ya
suficiente para pagarle a una ... que calmara mis ardientes deseos. Así que un
poco frustrado salí del bar, debía caminar 15 minutos hasta la casa donde vivía
con mi esposa y mi suegra, esto me daría tiempo de refrescarme y lograr que se
me bajaran un poco las cervezas.
Vivíamos en una casa muy grande que tenia mi suegra, con
quien la compartíamos, en un área del centro de la ciudad. Era una ciudad donde
el alquiler era muy costoso, por lo que cuando nos casamos nuestra suegra, una
mujer divorciada de 57 años, insistió en que viviéramos con ella y nos ahorramos
el gasto.
Llegue hasta la casa, abriendo silenciosamente la cerradura
de la puerta principal entre, no quería hacer ruido para no despertar a mi
suegra, que era la única que estaba en estos momentos en la casa. Camine en
silencio hasta mi habitación pasando frente a la de mi suegra, su habitación se
encontraba en completa oscuridad. Pude escucharla respirar suavemente mientras
dormía, eso estaba bien, no la había despertado mientras regrese a casa.
Entre en la habitación de mi esposa y mía, definitivamente la
extrañaba mucho, nuestro cuarto estaba un poco alejado del de mi suegra,
separado por un baño. Sentándome en la cama, yo me recosté sobre la cabecera.
Tomando el control remoto, encendí la televisión y mire un
rato el canal de los deportes, pero de pronto me acorde que a esa hora ya estaba
activado el canal para adultos en la programación. Cambiando con el control puse
el canal de pornografía. Sentía mi estomago completamente repleto de liquido
seguro por las cervezas que había tomado, igual se encontraban mis bolas llenas
con mi semen.
Quitándome los pantalones, los tire en un rincón de la
habitación, golpeando fuertemente la pared, si mis pasos dentro de la casa no
habían despertado a mi suegra, este golpe quizás si lo hiciese, seguí mirando la
película mientras deslizaba mi calzoncillo y lo bajaba hasta mis rodillas, la
película estaba muy buena y ardiente, entonces coloque una delgada sabana sobre
mi cuerpo.
Siempre me ha gustado mirar películas porno solo o con mi
esposa, en muchas ocasiones lo hemos hecho y esta de mas decir que hemos
terminado en ardientes sesiones sexuales. Aun a mis 28 años me calienta mucho
mirar películas cuando mi esposa no esta y mitigar mis deseos, el sexo es una
necesidad natural y cuando usted lo necesita y no tiene una mujer con quien
hacerlo en ese momento creo que uno debe tiene que tener la solución en sus
propias manos.
Así que metiendo mis manos debajo de la sabana, empecé a
acariciar suavemente mi verga, mientras miraba la película porno. Mi verga casi
inmediatamente se puso completamente dura, llenando mi mano con su grosor y
longitud, estoy muy orgullo de tener la verga realmente grande, podría decir que
mide aproximadamente 20 CMS y es muy gruesa. Mi esposa siempre me decía que le
dolía pues al ser tan grande y gruesa y ella al tener su raja tan estrecha
muchas veces le dolía.
Soltando mi verga un momento, yo saco mi mano de bajo las
sabanas, y la acerco a mi boca y escupo en ella, luego meto mi mano de nuevo
bajo la sabana y sujeto mi verga, era una sensación placentera sentir como mi
húmeda mano resbalaba sobre mi verga, meneándola arriba y abajo más rápido y con
mas fuerza, mientras miraba como una chica de la película mamaba eróticamente su
verga a un tipo, sus senos eran pequeños pero firmes con grandes pezones,
entonces escupiendo de nuevo en mi mano, seguí masturbándome deliciosamente,
mientras cerraba mis ojos e imaginaba que la chica de la película que podía
escuchar gemir en la televisión, mamaba ansiosa mi verga, los sonidos de la
televisión se hacían mas fuertes, mas reales, mientras mi mano masturbaba mas
fuerte mi verga, la cama empezó a crujir con mis movimientos.
Entonces escupiendo otra vez en mi mano, continué
masturbándome mas despacio, sentía tan delicioso con la caricia que me estaba
haciendo que quería tardar un poco mas, imaginando que mi mano era la boca de la
chica que se deslizaba arriba y abajo sobre mi dura verga, imaginando sus tetas
entre mis manos mientras ella seguía mamandome, estaba muy caliente, estaba casi
a punto de terminar, cuando de pronto todo termino en un instante, interrumpido
por los pasos que escuchaba en el pasillo.
Nervioso maldiciendo subí mi calzoncillo y me acosté en
posición fetal, apagando el televisor justo en el momento en que la puerta se
abría y una cabeza se asomaba.
"Omar esta usted ahí?" pregunto mi suegra.
Fingiendo somnolencia, respondí suavemente un "Sí!"
"Esta usted bien?, escuche como un gemido de dolor, pensé que
se sentía mal" Dijo mi suegra con voz de preocupación.
"No suegra, estoy bien, vuelva a dormir" respondí mientras me
incorporaba en la cama sentándome con medio cuerpo cubierto con la sabana.
"Oh no, ya estoy levantaba yerno, iba a tomar una ducha
cuando lo escuche gimiendo, así que pensé que se sentía mal" respondió mi
suegra.
"Oh debieron ser mis ronquidos señora lo que escucho" trate
de disimular frente a mi suegra, aun un poco nervioso casi me encuentra en una
situación muy comprometedora.
"De verdad esta usted bien?" dijo mi suegra mientras se
acercaba un poco y se sentaba en la cama a poca distancia de mí.
Esto me inquieto porque yo aun bajo la sabana tenia mi verga
completamente dura.
"Me imagino que extraña a mi hija, dos semanas es mucho
tiempo separado," hablo mi suegra mientras colocaba su mano en mi hombro.
"Omar usted esta hirviendo, de verdad se siente bien?" Dijo
mi suegra mientras secaba su mano llena de mi transpiración sobre la sabana.
"Si suegra, estoy bien" sonreí levemente, tratando de fingir
que aun tenia sueño. Una de mis manos estaba bajo la sabana, y suave y
discretamente empezó a tocar mi verga, aun completamente dura dentro de mi
calzoncillo, mientras mi suegra estaba sentada cerca de mi sonriendo. No sabia
que me estaba pasando en aquel momento, nunca había pensado en mi suegra
sexualmente, pero seguramente la excitación de las ultimas horas me estaba
haciendo hacer cosas extrañas, además mi suegra me había interrumpido en mi
solitario desahogo sexual casi en el justo momento en que estaba por terminar,
por lo que mis bolas me dolían aun más pues estaban llenísimas de semen.
Entonces mi suegra hablo "Hay algo de lo que usted quiera
hablar yerno, usted sabe que puede tenerme toda la confianza por algo soy su
suegra, mientras se acercaba un poco mas a mí, al acercarse acciono
accidentalmente el control remoto que había quedado bajo las sabanas.
Entonces paso lo peor, el televisor se prendió y la película
pornográfica apareció de nuevo en la pantalla, ninguno de los dos reacciono, mi
suegra estaba demasiado sorprendida, y yo no podía moverme a buscar el control
por miedo a que mi suegra se diera cuenta que estaba completamente excitado bajo
la sabana. Entonces mi suegra asustada se levanto de cama, aun mirando la
película, por un momento sentí que estuvo a punto de salir de la habitación,
pero entonces hizo algo que me sorprendió.
De pronto volvió a sentarse en la cama cerca de mi,
sentándose a mi lado en esta, no me dijo una palabra solamente miraba la
película en la televisión, me sentía muy avergonzado, mi suegra había
descubierto que miraba pornografía en la televisión.
Me incorpore un poco mas, sujetando la sabana contra mi
cuerpo, tratando de ocultar mi erección.
"Suegra yoâ" iba a hablar en el momento que ella me hizo
callar.
"Yerno, no tiene nada que explicarme y no tiene porque
avergonzarse, usted un hombre adulto, es natural que un hombre sin su esposa a
veces tenga ganas de mirar este tipo de películas" dijo mi suegra mirándome más
tranquila y en forma comprensiva.
Cuando estaba a punto de responderle algo, mi suegra me hablo
otra vez.
"Es mas yerno, no se sienta mal, le voy a confesar algo, en
algunas ocasiones yo también miro este canal" me dijo mientras sonreía
levemente. Estaba completamente aturdido, yo nunca me hubiera imaginado en una
situación de estas, con mi suegra confesándome una cosa como esas.
No sabia que responder, entonces ella me dijo "Córrase un
poco," mientras me daba un codazo suave en las costillas, y se acomodaba a mi
lado en la cama.
"Señora, que vergíenza" dije
"Esta bien yerno, si usted estaba mirando esto no hay
problema hay se lo dije, tiene algún inconveniente en que mire la película en su
habitación un rato?" me dijo mientras acomodaba su espalda contra la almohada.
"No suegra, ninguno" respondí, aun aturdido con todo lo que
estaba pasando. Mi suegra una mujer mayor, que siempre se había comportado muy
recatada y discreta en sus cosas, de pronto me confesaba que también miraba
pornografía y además insistía en mirar conmigo en mi habitación sin el menor
pudor.
Entonces mire como mi suegra acercaba su mano a la sabana,
parecía que quería cubrirse también con esta, pero yo agarrando fuerte la sabana
la sostuve contra mi, tuve miedo de que mi suegra también descubriera que miraba
porno, me había estado masturbando mirando la película. Mi suegra entonces
sonrió suavemente.
"Oh creo que es mejor que traiga mi propia sabana" me dijo
mientras se levantaba y caminaba hacia el pasillo, yo no sabia que hacer, mire
sus caderas ondularse mientras salía de la habitación, tenia un cuerpo maduro y
atractivo que hasta el día de hoy nunca había percibido.. Era una situación muy
incomoda, pero que en el fondo empezaba a excitarme.
Paso un minuto, y entonces regreso, venia cubierta con una
manta, entonces se sentó a mi lado en la cama. No sabia como, pero ahí estábamos
los dos sentados en el respaldar de la cama mirando la televisión en silencio,
entonces tomando el control en su mano mi suegra subió un poco el sonido de la
película, mi nerviosismo empezó a desaparecer, empecé a sentir el morbo de la
situación, empecé a gozar de lo que sucedía, mi verga empezó a ponerse aun más
dura, me dolían las bolas, las sentía llenas de semen, necesitaba solucionar ese
problema lo mas pronto posible, así que doble las rodillas hacia arriba tratando
de ocultar mi enorme erección.
Entonces yo la vi, mi suegra discretamente miraba hacia mi
regazo, la delgada sabana apenas ocultaba lo que procuraba hacer, pero en ningún
momento ella hizo algún movimiento para que parara. Entonces mi suegra imito mis
movimientos, doblando las rodillas, mientras una rozaba una de las mías. El
toque de su rodilla contra la mía era casi una invitación.
Entonces discretamente fingiendo mirar la televisión
empezamos a mirarnos los dos, como si ambos nos preguntáramos quien empezaría
primero, entonces decidiéndome empecé, sobre mi calzoncillo empecé a acariciarme
en seco, estaba completamente excitado, me hubiera gustado escupir mi mano para
hacer más suave la caricia, pero no lo haría delante de mi suegra, seria muy
obvio, y el morbo estaba precisamente ahí en que los dos fingíamos que no
sabíamos lo que el otro hacia.
Entonces como si mi suegra me leyera la mente, ella me dio
una botella de crema de manos, ahora no había duda ella sabia lo que iba a hacer
bajo la sabana!.
Entonces ahora mas seguro, con mi mano baje mi calzoncillo
discretamente fingiendo que mi suegra no se diera cuenta, y cuando lo tuve bajo
entonces vaciando un poco de crema en mi mano, la metí de nuevo bajo la sabana y
empecé a deslizar mi mano sobre mi verga, gozando de aquel morboso momento, que
sabia nunca me hubiera imaginado ni en mis mas calientes fantasías, ahí estaba
yo masturbándome mientras miraba la película, con mi suegra a mi lado espiando
lo que fingía no mirar.
No estoy seguro, pero creo que mi suegra también empezó a
acariciarse con su mano, mire el suave movimiento que se producía bajo su
sabana, entonces dejando de mirar la película, volví mi mirada directamente
sobre ella, la mire un poco colorada, se notaba que estaba excitada, su
respiración discretamente había cambiado volviéndose un poco mas agitada, lo que
sucedió después fue demasiado excitante, mirar a mi suegra en esa situación me
calentó mucho mas, tuve que detenerme un minuto para no expulsar en ese momento
todo mi espeso y abundante semen sobre la sabana.
Fue en ese momento que sentí una mano que buceaba bajo mi
sabana, era posible que la excitación de mi suegra llegara al punto de animarse
a tocarme ella a mí antes de que yo diera el primer paso, retirando mi mano,
acerque la suya, era una mano suave y cálida, mi suegra sujeto con ansias mi
verga entre su mano, un gemido de admiración salió de sus labios, seguramente al
sentir el enorme tamaño de mi verga, su mano empezó a acelerar sus movimientos
sobre mi verga, bombeando cada vez mas rápido, sentía como mis bolas se
contraían de excitación y placer ante la caricia que me estaba dando mi propia
suegra, su mano descendía sobre toda la longitud de mi miembro, por instantes
las yemas de sus dedos rozaban mis bolas que se encontraban completamente gordas
y llenas de semen, continué disfrutando de su erótica caricia, mientras mis
gemidos de placer ahora eran inconfundibles, mire como el movimiento de su mano
bajo su sabana, se aceleraba conforme lo hacia con su otra mano sobre mi verga,
mire como su mano por un momento se aferró con mas fuerza sobre mi verga
mientras detenía la caricia y un fuerte gemido salía de sus labios, mientras
cerraba los ojos y su cuerpo era recorrido por un temblor, estaba seguro mi
suegra había alcanzado el orgasmo, mientras acariciándome también se acariciaba,
no aguantando mas, gemí fuertemente mientras su mano apretaba mi verga en el
momento en que todo mi caliente y espeso esperma salía disparado desde mis
bolas, potentes chorros de esperma fueron a estrellarse contra la sabana y en su
mano, nunca había experimentado una venida tan intensa por medio de una
masturbación. Seguí disfrutando de mi orgasmo por unos instantes mas, mientras
sentía como mis bolas se vaciaban de la enorme cantidad de caliente esperma que
contenían.
Durante unos instantes permanecí inmóvil y relajado,
disfrutando del intenso placer que había experimentando, mi suegra yacía sentada
aun a mi lado, sin decir palabra, lentamente entonces retiro su mano de mi
verga, y levantándose de la cama, camino hacia la puerta, su mano hacia quedado
cubierta con gran cantidad de mi espeso semen, girándose un instante, mirándome
directa a los ojos, tomo su mano y acercando uno de sus dedos cubierto con mi
esperma, lo llevo a sus labios y metiendolo en su boca, lo chupo sensualmente,
mientras caminaba hacia la puerta y salía de la habitación.
Relatos Eroticos 3x
Dienstag, 4. Oktober 2016
Sonntag, 4. September 2016
Seduciendo a mi cuñado
Mi nombre es Susana y voy a contaros lo que me pasó con mi cuñado. Acababa de cumplir treinta años, por lo que decidimos mi pareja y yo mudarnos a un ático en el centro. Para compartir gastos, su hermano pequeño también se venía a vivir con nosotros. La verdad es que no lo conocía y bueno, me daba un poco de reparo la idea. Pero decidí que tenía que abrir la mente, ya que en definitiva, ese chico podría ser mi cuñado con el tiempo. Era una buena manera de empezar el año.
La primera vez que le vi, me quedé gratamente sorprendida, el chico tenías 25 años y era muy pero que muy mono, tenía un cuerpo espectacular, además de una voz muy sugerente. Sentí un enorme cosquilleo cuando me lo presentó mi pareja.Recuerdo que llevaba unos vaqueros bien ajustados que le hacían un espectacular trasero, y su camisa ajustada le resaltaba sus pectorales, se notaba que era un tío que trabajaba su cuerpo en el gimnasio.
Poco a poco fuimos ganando confianza entre ambos y muchas veces le observaba como buscaba en páginas de contactos por internet, y yo pensaba que un chico así no necesitaba navegar por la web para encontrar alguien sugerente.
Un día estábamos los dos solos, así que decidí que era momento de provocarle un poquito. No pensaba en liarme con él, pero pensé que me encantaría que se quedara rendido a mis pies. Me puse muy sugerente con un short, unos botines con poco tacón que ayudaran a realzar mi figura, y un top ajustado. Rápidamente note como ese look llamó la atención de mi cuñado.
Me fui al salón donde él estaba viendo la tele, me puse junto con a él y me agaché para coger un objeto que había en el suelo. Se podría decir que le puse mis nalgas delante de su cara. Cuando me levanté, le miré y le dirigí una sonrisa. Era una manera de darle luz verde para que jugara conmigo, si bien esa acción parecía que la había paralizado, en el fondo sabía que le había encantado.
De repente le miré directamente a los ojos y como una auténtica loba en celo le dije, ‘No dices nada, ¿hay algo que no te guste de mi?’. El con voz balbuceante me dijo ‘que va, eres una mujer preciosa, pero eres la novia de mi hermano’. Me reí bastante y le dije ‘bueno ya que vamos a ser familia, sería ideal que nos conociéramos un poco más, ¿no crees?’
Dirigí mi mirada directamente a su paquete y vi que estaba poniéndose bien duro, ‘Tu soldadito está bastante inquieto, ¿me dejas mirarlo?’. Mi cuñado se quedó inmovilizado, así que me acerque a él, y le desabroche el pantalón. Se quedaba solo en slips y su paquete era descomunal, así que empecé a tocárselo.’Que guarra eres, me encanta lo que estás haciendo’ me dijo mi cuñado.
Mi cuñado a medida que lo iba masturbando, empezó a besar mi cuello mientras cogía fuertemente mis pechos. Seguí masturbándole y en un momento dado, me puse de pié y le ofrecí mi coño bien húmedo para saciar su sed. Él como buen perrito lamedor lo empezó a chupar de una forma increíble. ¡Qué bien lo hacía el muy puñetero! No quería que parara, me estaba volviendo totalmente loca.
En seguida llegué al orgasmo, por lo que había que premiar a tan esmerado chico, así que me dispuse a comerle el miembro hasta el fondo, arriba, abajo y hasta dentro. Se corrió enseguida, menudo tronco tan tieso tenía..Y me comí todo su jugo saladito, ¡fue algo extraordinario! Mi cuñado estaba totalmente entregado a mi pies.
Los dos estamos bastantes excitados, por lo que me puso a cuatro patas para darme unas buenas acometidas. Esa cosa tan descomunal me estaba haciendo ser más guarra que nunca. Su pene entraba y salía totalmente de mi vagina. La sensación era mágica y no tardamos en volver a corrernos casi al mismo instante.
Todavía teníamos más fuerza para continuar, así que mi cuñado decidió jugar con mi trasero, menudos besos me daba en mi ojete…Unos besos negros increíbles, que lubricaba perfectamente esa zona. Cuando menos me lo esperaba, mi cuñado me penetró y si bien al principio me incomodaba un poco, el muchacho lo hizo tan bien que mi trasero fue totalmente sometido. Me estaba volviendo loca.
Esta fue mi primera experiencia con mi cuñado, seguimos teniendo encuentros esporádicos y siempre tienen un componente desenfrenado y muy divertido. La familia es algo que hay que conservar y cuidar…
Mi yerno mi amante
Soy divorciada y vivo en el mismo departamento con mi hija y mi yerno.
Ellos tienen 30 años y yo, 55. Cierta vez, salí de bañarme con la bata muy abierta cuando de pronto comprobé que mi yerno miraba azorado mis pechos desde el living.
Le pedí disculpas mientras intentaba cubrirme, explicando que no lo suponía allí a esa hora. Enseguida nos prometimos que nunca lo sabría mi hija. Aunque me dio cierto pudor, me encantó que mi yerno se extasiara con mis senos pues era evidente su deseo.
Desde aquel "accidente" empezamos a bromear muy seguido sobre el tema, era nuestro secreto: yo diciendo con picardía que ahora la bata siempre la tenía bien cerradita y él contestando qué lastima.
A los pocos días acepté (pude rehusarme) un cambio de horario en mi trabajo, cambio que me permite coincidir todo mi tiempo libre con el de mi yerno, cosa que no ocurre para nada con el de mi hija. Como resultado, pasamos juntos más de 5 horas por las tardes mientras mi hija trabaja en su oficina.
Una vez, sobreexcitada, se me ocurrió dejar entornada la puerta de mi habitación. Ese día nada pasó pero yo insistí con la puerta hasta que él una vez yendo hacia el baño descubrió mi cuerpo totalmente desnudo.
De reojo, yo veía por el gran espejo de mi cuarto que él se quedaba espiándome en la penumbra. Esto duró como una semana. Un día mientras tomábamos café le reproché que me espiara y él primero se defendió diciendo que no era verdad que me espiaba y después contraatacó preguntándome por qué dejaba la puerta entornada.
A nadie lo espían si no quiere ser espiado, me dijo con mucha dureza. Yo me enojé y nos gritamos hasta quedarnos con las caras muy cerca. Entonces cerré los ojos y esperé que me besara. Se dio cuenta que yo buscaba una definición, provocándolo. Apenas me besó, me saqué la bata y desde ese día hacemos el amor furiosamente todos los días hábiles. Los fines de semana son un infierno porque no lo tengo para mí, sino que lo tiene mi hija.
Sé que está muy mal tenerlo de amante pero no puedo remediarlo, lo deseo, me desea, no quiero que se separen y sólo quiero compartirlo con mi hija sin que ella lo sepa nunca. Ya van dos años que somos amantes... y el sexo con un hombre joven me vuelve loca.
Ellos tienen 30 años y yo, 55. Cierta vez, salí de bañarme con la bata muy abierta cuando de pronto comprobé que mi yerno miraba azorado mis pechos desde el living.
Le pedí disculpas mientras intentaba cubrirme, explicando que no lo suponía allí a esa hora. Enseguida nos prometimos que nunca lo sabría mi hija. Aunque me dio cierto pudor, me encantó que mi yerno se extasiara con mis senos pues era evidente su deseo.
Desde aquel "accidente" empezamos a bromear muy seguido sobre el tema, era nuestro secreto: yo diciendo con picardía que ahora la bata siempre la tenía bien cerradita y él contestando qué lastima.
A los pocos días acepté (pude rehusarme) un cambio de horario en mi trabajo, cambio que me permite coincidir todo mi tiempo libre con el de mi yerno, cosa que no ocurre para nada con el de mi hija. Como resultado, pasamos juntos más de 5 horas por las tardes mientras mi hija trabaja en su oficina.
Una vez, sobreexcitada, se me ocurrió dejar entornada la puerta de mi habitación. Ese día nada pasó pero yo insistí con la puerta hasta que él una vez yendo hacia el baño descubrió mi cuerpo totalmente desnudo.
De reojo, yo veía por el gran espejo de mi cuarto que él se quedaba espiándome en la penumbra. Esto duró como una semana. Un día mientras tomábamos café le reproché que me espiara y él primero se defendió diciendo que no era verdad que me espiaba y después contraatacó preguntándome por qué dejaba la puerta entornada.
A nadie lo espían si no quiere ser espiado, me dijo con mucha dureza. Yo me enojé y nos gritamos hasta quedarnos con las caras muy cerca. Entonces cerré los ojos y esperé que me besara. Se dio cuenta que yo buscaba una definición, provocándolo. Apenas me besó, me saqué la bata y desde ese día hacemos el amor furiosamente todos los días hábiles. Los fines de semana son un infierno porque no lo tengo para mí, sino que lo tiene mi hija.
Sé que está muy mal tenerlo de amante pero no puedo remediarlo, lo deseo, me desea, no quiero que se separen y sólo quiero compartirlo con mi hija sin que ella lo sepa nunca. Ya van dos años que somos amantes... y el sexo con un hombre joven me vuelve loca.
Mi suegra me vuelve loco
A veces una relación con una mujer madura es totalmente placentera y más si es alguien afín a ti como puede ser una suegra. aunque hay suegras que son verdaderas mujeres preciosas.
Os voy a contar mi experiencia sexual que mantuve con mi suegra hace un tiempo y que al final se convirtió en algo cotidiano entre nosotros.
Me llamo Oscar, tengo 25 años, mido 1.80 cm y según dicen tengo un bonito cuerpo y soy bastante atractivo.
Mi novia Laura es una mujer preciosa de cabello largo castaño y de estatura 1.70cm.
Mi novia Laura es una mujer preciosa de cabello largo castaño y de estatura 1.70cm.
Mi suegra se llama Paula y vive con nosotros desde hace dos años que enviudó, es morena de tez, mide 1,65cm aproximadamente, y tiene un cuerpo para los 55 años que tiene que más de un hombre la desea todavía.
Todo sucedió un día que yo regresaba del trabajo sobre las 18.00 y mi novia tenía turno de tarde por lo que ya sabíamos en casa que llegaría sobre las 24.00 de la noche.
Nada más entrar en casa me dirigí a la cocina a beber agua y de repente por detrás apareció mi suegra que entraba a la cocina.
Nada más entrar en casa me dirigí a la cocina a beber agua y de repente por detrás apareció mi suegra que entraba a la cocina.
Dicho y hecho, mi suegra que iba con una bata blanca transparente donde dejaba entrever sus enormes pechos y su tanga negro, me puso sus manos por mi espalda y comenzó a realizarme un masaje intenso como gratificante que me hizo ver las estrellas.
Estaba tan a gusto y relajado que me senté en la silla de la cocina y me quité la camiseta que llevaba.
Paula siguió masajeando con firmeza mi espalda mientras yo con los ojos cerrados sólo hacía que pensar en sus enormes tetas con sus pezones negros y puntiagudos.
Estaba tan a gusto y relajado que me senté en la silla de la cocina y me quité la camiseta que llevaba.
Paula siguió masajeando con firmeza mi espalda mientras yo con los ojos cerrados sólo hacía que pensar en sus enormes tetas con sus pezones negros y puntiagudos.
En un momento de tan placentero éxtasis, mi suegra se puso delante de mi y empezó a tocar la parte delantera de mi pecho hasta llegar al ombligo.
No tuve más remedio que abrir mis ojos y ver aquel espectáculo, esos impresionantes pechos que decían cómeme y aquel tanga negro que quería guerra.
No tuve más remedio que abrir mis ojos y ver aquel espectáculo, esos impresionantes pechos que decían cómeme y aquel tanga negro que quería guerra.
Conforme masajeaba mi pelo, cabeza, sienes…yo no sabía ni donde estaba.
No se porqué, ni el motivo, pero como un resorte agarré a mi suegra de sus piernas con mis manos y esperé pacientemente que me abofeteara por mi insolencia.
No se porqué, ni el motivo, pero como un resorte agarré a mi suegra de sus piernas con mis manos y esperé pacientemente que me abofeteara por mi insolencia.
Nada de lo pensado, increíblemente Paula continuó con su penetrante masaje como si no pasara nada y yo por supuesto seguí a lo mío, masajeando sus duras y gruesas piernas de abajo hacia arriba y viceversa.
Ni siquiera nos mirábamos, cada uno seguía a lo suyo…
Ni siquiera nos mirábamos, cada uno seguía a lo suyo…
En un momento de mi masaje, introduje mis manos por el interior de su bata y le quité su negro tanga, mientras acariciaba su perfecto culo.
En ese mismo instante acerqué mi cara a su vagina peluda y negra, oliendo ese olor que desprendía a hembra madura deseosa de sexo.
Sin más, acerqué mi desesperada lengua a su coñito jugoso, ella abrió ligeramente las piernas para que pudiera introducir mi lengua con más facilidad.
En ese mismo instante acerqué mi cara a su vagina peluda y negra, oliendo ese olor que desprendía a hembra madura deseosa de sexo.
Sin más, acerqué mi desesperada lengua a su coñito jugoso, ella abrió ligeramente las piernas para que pudiera introducir mi lengua con más facilidad.
Parecíamos mudos, no decíamos nada y seguíamos cada uno a lo nuestro.
Paula me agarraba con más fuerza del pelo fruto de lo excitada que iba.
Al pasar unos minutos decidí pasar a la acción, mientras seguía chupando su profunda cueva negra, me bajé los pantalones y shorts, colocando a mi suegra encima de mi.
Paula me agarraba con más fuerza del pelo fruto de lo excitada que iba.
Al pasar unos minutos decidí pasar a la acción, mientras seguía chupando su profunda cueva negra, me bajé los pantalones y shorts, colocando a mi suegra encima de mi.
En ese momento comenzó a gemir levemente y a cabalgarme suavemente hasta ir cogiendo a medida que cogía confianza, más velocidad.
Yo aparté los botones de su bata y chupé con desesperación aquellos enormes pechos que Dios había puesto en mi camino.
Yo aparté los botones de su bata y chupé con desesperación aquellos enormes pechos que Dios había puesto en mi camino.
Mi suegra se volvía loca de placer, me agarraba fuerte de mi cabeza y me la acercaba a sus pechos para verme como le lamía sus pezones.
Aquella escena la volvía loca de placer.
Aquella escena la volvía loca de placer.
Al mismo tiempo que lamía sus pechos, daba cachetes en su inmenso culo.
Se notaba que desde que enviudó tenía necesidades sexuales que yo como yerno debía de satisfacer.
Estuvimos muchos minutos uno encima del otro hasta que por arte de magia cambiamos de postura y la empotré contra la mesa de la cocina, me la follé por detrás hasta conseguir que se corriera nuevamente.
Yo había sido siempre una persona muy activa en el sexo y que tardaba mucho en correrme si me lo proponía, por lo que intenté satisfacer plenamente a mi suegra y que estuviera orgullosa de mi en ese terreno…
Después de muchas embestidas y sobadas de tetas por la espalda, decidí acabar la faena en la encimera de la cocina, la senté allí y seguí follándomela como un salvaje, ella gritaba, gemía, gozaba…
Al final saqué mi erecto pene y lancé toda mi leche caliente sobre su espalda y felpudo negro.
Se notaba que desde que enviudó tenía necesidades sexuales que yo como yerno debía de satisfacer.
Estuvimos muchos minutos uno encima del otro hasta que por arte de magia cambiamos de postura y la empotré contra la mesa de la cocina, me la follé por detrás hasta conseguir que se corriera nuevamente.
Yo había sido siempre una persona muy activa en el sexo y que tardaba mucho en correrme si me lo proponía, por lo que intenté satisfacer plenamente a mi suegra y que estuviera orgullosa de mi en ese terreno…
Después de muchas embestidas y sobadas de tetas por la espalda, decidí acabar la faena en la encimera de la cocina, la senté allí y seguí follándomela como un salvaje, ella gritaba, gemía, gozaba…
Al final saqué mi erecto pene y lancé toda mi leche caliente sobre su espalda y felpudo negro.
Una historia de oficina
Estabamos a mediados del mes de Abril, en la ciudad de Cancún México en donde esta mi oficina, el calor en este mes esta en su apogeo, en la oficina todo transcurría normalmente, la misma vida monótona, si no fuera por una compañera de trabajo que se sentaba a unos tres escritorios a mi lado.
Karla es una mujer de30 años de mediana estatura, pelo negro y largo siempre suelto, unas piernas torneadas y el escote de su blusa siempre dejaba mostrar unos pechos bien formados, simpática de cara, no era nada especial pero su vestidos siempre eran cortos, así que había temporadas que no podía dejar de apartar mi vista de sus piernas y ella de vez en cuando dejaba mostrar algo mas; Si cuando cruzaba las piernas tardaba un momento, tan solo un momento donde yo podía ver sus pantis.
En mas de una ocasión tuve una erección al estar contemplándola, pero no me atrevía a decirle nada pues siempre a la hora de la salida iba por ella su esposo, un hombre gordo de bigote descuidado, el trabajaba de taxista, y yo no podía creer como una mujer así termino con alguien como el, teniendo un culo tan bien formado que pudo atrapar a cualquier hombre que ella quisiera.
Pero mi suerte cambiaría, o yo la haría cambiar, festejábamos en la oficina el mes de la primavera, pues tenemos un día feriado, e hicimos un convivió donde solo podían asistir el personal de la oficina, todos llegaron con las ropas mas frescas que podían portar y ella no era la excepción, la fiesta empezó a las 5:00 p.m. en un restaurante donde hay un buen show.
Estratégicamente logre sentarme junto a ella en la mesa donde había unas 30 personas de la oficina, barra libre para todos dijo el director general, y todos empezaron a beber sin medida, después de las 9:00 p.m. algunos se empezaban a retirar a sus casas y Karla estaba esperando que vinieran por ella, después de un tiempo y con el valor que da el calor de las copas me ofrecí a llevarla, para mi sorpresa acepto.
Estabamos ya en el carro cuando le sugerí seguir en otro lado la fiesta, Karla me miro de arriba a bajo con esos ojos negros y profundos que tiene y me dijo que mejor la llevara a una playa.
Sin pensar mas acelere todo lo que pude para llegar rápido a una playa que sabia que a esta hora estaría vacía, el tiempo para mi transcurrió tan despacio, pues eran muchas mis ansias de llegar. Una vez llegado a la playa caminamos un rato luego se volteo y me dijo que se sentía un poco mareada por el ron que había tomado en la fiesta, le dije que nos sentáramos un rato, ya en la fina arena de la playa me dijo que porque todavía no la había besado.
Quede sorprendido pero era lo que estaba esperando por mucho tiempo, mis labios por fin probaron los de ella y mis manos empezaron a recorrer cada centímetro de su cuerpo despacio y meticulosamente, pues me sabia de memoria las partes que había soñado acariciar, lentamente baje mi mano por debajo de su minúscula falda y recorrí con mi dedo la orilla de su panti hasta que Karla agarro mi mano la introdujo dentro tocando su pubis, que estaba totalmente rasurado y empece a acariciar sus labios exteriores y ella soltó un gemido de placer mientras hacia su cabeza hacia atrás, y separaba mas las piernas como señal de que profundizara en el juego que había comenzado.
Karla disfrutaba de mis caricias y se humedeció toda mi mano con sus jugos, se vino muy rápido, como si ella también hubiera esperado este momento, su mano busco mi verga que estaba con una erección que parecía que iba a explotar, la recorrió con sus dedos lentamente, su otra mano esta jugando con mi pelo, yo no pense que pudiera aguantar mas y saque mi mano de su vagina, y me recosté en la arena y ella termino por desabrochar por completo mi pantalón dejando a descubierto mi gran erección, dijo con una voz entrecortada que me aguantara lo mas que pudiera pues no le gustaría que terminara pronto, acto seguido con sus labios agarro la punta de mi verga y la introdujo en su boca de un solo golpe, y luego empezó a lamber por la parte de mis huevos hasta la punta de mi glande, no creía lo que estaba pasando, sus ojos se encontraron con los míos y dejaban ver un inmenso placer, estaba gozando con mi verga, la metía rápido a su boca y la sacaba muy lentamente, nunca me habían mamado la verga tan rico como ella.
Antes de que me viniera la separe y respire profundamente, tengo que gozar lo mas que pueda de este momento pense, la recosté en la arena y subí su falda hasta dejar ver sus panti negra que traía, ella me ayudo a quitársela, y empece a disfrutar de su clictoris con mi lengua, ella esta gozando pues hacia un esfuerzo grande para contener sus movimientos que mostraban como si un escalofrío recorriera su cuerpo, así estuve unos minutos gozando de sus jugos y de su olor, cuando me dijo que no aguantaba mas que quería sentirme dentro de ella, yo la complací me ince y me sacudí un poco y muy rápido la arena que se me había pegado.
Al separar sus piernas para introducir mi verga me mostró una vez mas su vagina rasurada y que tanto me excitaba, le introduje primero mi cabeza y dio un gemido de placer y de un solo golpe introduje todo mi miembro, ella solo se levanto un poco y con sus uñas araño mi espalda, tal parecía como si nunca hubiera tenido sexo, pero eso mas me excito.
Hicimos el amor muy lentamente gozaba cada segundo que estaba pasando con ella, disfrutaba de sus movimientos y su vagina era estrecha y apretaba muy bien mi verga, sabia moverse muy bien y su respiración se confundía con sus quejidos, no cambios de posición porque no queríamos separarnos y la arena de la playa nos hubiera cubierto todo.
Aumente el ritmo en el momento que me estaba viniendo y ella se separo muy rápido, no te vengas dentro de mi, me dijo, me ince de nuevo y comenzó a mamarme la verga y con su voz entrecortada por las embestidas que le estaba dando a mi miembro me dijo ahora si vente quiero quedarme con todo liquido, tuve una explosión de placer y ella se gozo de mi eyaculación y todavía lambía todo los restos de mi líquidos.
Me pare y me sacudí toda la arena que como ya he dicho antes es muy fina y blanca, ella se acomodo el vestido y miro a los alrededores para ver si alguien nos había visto, yo nunca me preocupe por eso hasta que la vi, y recordé que por la calentura del momento ni me di cuenta si había gente a nuestro alrededor, pero esa vez estabamos de suerte, no había nadie.
Nos dimos un beso prolongado que tenia una marcado olor a sexo, y me dijo que era la primera vez que estaba con toro hombre aparte de su marido, que había gozado como nunca, pero que no se volvería a repetir, no dije nada estaba satisfecho por el momento, la lleve cerca de su casa y se bajo, te veo en la oficina y por favor se discreto, fueron sus palabras de despedida.
Quiero decir que no fue la ultima vez como ella dijo, pero esa, esa es otra historia….
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